Politica

Verdades y consecuencias de la política cabraleña.

Por Yassir Féliz.

Delegado técnico PLD ante JME de Cabral.

La carta que acompaña este escrito afecta a amigo y compañero Fulgencio Segura Méndez, quien es el actual alcalde de El Peñón, municipio muy cercano a Cabral. A Fulgencio le fue revocada su inscripción como precandidato del PLD por las mismas razones que a otros tres importantes compañeros (dos de Cabral y uno de Pescadería): presentar una candidatura contraria a la del partido y, de esa forma, violentar las directrices y las normas internas del PLD durante el proceso electoral del 2016. Penosamente otros dirigentes importantes de todo el país corrieron con igual suerte.

En el caso Cabral, lo acontecido durante ese proceso electoral y mucho peor en lo postelectoral, fue muchísimo más extremo y grave: el recuento total de los votos sin haber impugnado ninguna de las 25 mesas, el desmonte de votos al PLD otorgándole un regidor al PRM sin éste haberlo obtenido y finalmente la recurrencia en justifica por parte del excandidato del PPC, bajo el argumento de deshacer ilegalmente una alianza del PLD luego de haberse concluído el proceso electoral, puso en riesgo cientos de regidurías, decenas de alcaldías, diputaciones y senadurías ganadas legalmente por el partido en todo el país; todo ello como un intento de obtener mediante sentencia judicial una victoria que no consiguió con los votos. Hoy todos los cabraleños que no se han dejado contaminar con las confusas tramas mediáticas orquestadas por quienes desde siempre han sido embajadores de la turbación y voceros de la barahúnda, saben que estas revocaciones son el resultado de la indisciplina partidaria y de la tozudez en erigir una candidatura por encima de las normas y decisiones del partido que fundó Bosch. El juego democrático tiene normas y reglas. Quien decide formar parte de un partido, decide asimismo pertenecer a una sociedad que se rige por el centralismo democrático. Por extensión, asume como un deber el cumplimiento de las decisiones de los organismos superiores y se ciñe a las normas. Lo contrario, y así lo sabe todo integrante del partido, significa exponerse a las sanciones de lugar.

Lo que la Comisión Nacional Electoral del Partido de la Liberación Dominicana decidió en Cabral, y con decenas de valerosos compañeros de todo el país, no fue producto de la maldad o la envidia, sino el resultado del costo de su indisciplina y el desacato de las normas partidaria. La CNE, el CC y el CP responden a los intereses nacionales del PLD, no a apetitos particulares de candidatos o grupos. Argumentar y vender a gente sencilla lo contrario, es una irresponsabilidad de cualquiera de los afectados al no aceptar las consecuencias emanadas de su mal proceder en el accionar político.

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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