Opiniones

Uniformes, libros y un Stand, entre otras ofensas imperdonables.

FELIX BETANCES.

Es lógico que al leer este titular, algunas personas reaccionarán considerando que es algo chocante y no les faltarían razones para pensarlo.

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FELIX BETANCES.

Vivimos en un país donde ocurren hechos que ya no asombran a nadie, pues es tal la saturación de las barbaridades que se le imponen, que a veces uno se pellizca para saber si está vivo.

Para empezar, nos referiremos a la información con la que se destapa el Ministro de educación Arquitecto Andrés Navarro, en un momento en que lo más lejos que se tenía era eso, en el sentido de que el Ministerio, hará un cambio de uniformes a los estudiantes del sector público, a partir del próximo año escolar.

El costo de dicho cambio le costará al pueblo, nada más y nada menos, que unos 650 millones de pesos, no obstante las precariedades en las que se desenvuelve aun el país, en términos de educación, donde a diario se reciben quejas de lugares donde no se ha iniciado la docencia por falta de maestros, escuelas donde se imparte la docencia debajo de árboles, escuelas que no cuentan con un comedor donde los niños almorzar ni encuentran agua suficiente para beber; donde no hay un servicio sanitario decente, digno de esos indefensos Seres humanos; entre otras cosas; en franca violación o negación de sus más legítimos derechos.

Pero no crea nadie que esto es nuevo, esto lo que significa es que cada uno hace lo suyo, para dejar sus huellas; la diferencia es que son huellas podridas que dejan manchas indelebles para la sociedad que solo observa, sin poder hacer nada.

A veces el pueblo sano, cree que se hacen las cosas sin pensar, pero no es así, basta con encadenar algunos hechos, para darse cuenta de que es una simple burla la que se le hace al pueblo, por parte de los intocables todopoderosos.

Basta recordar que en la gestión de Melanio Paredes, se compró una partida de libros por un costo de cerca de 800 millones de pesos, los cuales hubo que botar sin usarlos ya que resultaron ser pura basura, pero también se gastaron unos 19 millones de pesos para preparar un Stand o una habitación donde se mostrarían los libros y materiales del Ministerio, en una Feria del Libro, que duraría apenas unas dos semanas.

También se recuerda las reparaciones que hizo la Sra. Josefina Pimentel en algunas dependencias que costaron varios millones de pesos y donde se gastaron cerca de 2,300 millones de pesos supuestamente en capacitación de maestros, cuyos resultados no se percibieron.

Eso es, solo para citar algunas de las cosas que más se ven y decir que contrario a todo esto, estamos en un país con los más bajos índices académicos de Latinoamérica.

¿Acaso sirvió de algo haber hecho tantos sacrificios para lograr el 4 por ciento para la educación?. Todo parece indicar que no.

Y lo peor es, que aparecen gentes que apoyan este tipo de desconsideraciones, diciendo que todo está bien, solo por defender a un Partido o a algunos amigos; olvidándose de la realidad que a todos nos perjudica, salvo honrosas excepciones.

Este es, lamentablemente, un país al que nadie  respeta.

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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