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Se tiene previsto que los fenómenos geomagnéticos de mayor intensidad se observarán los días 2 y 3 de noviembre con consecuencias para la Tierra

Diana Hurtado Dí­az

Los expertos de los astros del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NASA han emitido una alerta por tormentas geomagnéticas en la Tierra.

Ese es el nombre científico de lo que la mayoría de la población conoce como aurora boreal.

 Los científicos aseguraron que las consecuencias que tendrá esta tormenta son las alteraciones que se podrían producir en el campo magnético terrestre.

¿Por qué sucede este hecho?

La tormenta magnética se produce por la llegada de viento solar a la Tierra: El sol, epicentro de nuestro sistema planetario, expulsa miles de millones de partículas que chocan con la tierra en pocos días en forma de viento.

Aurora boreal en Alaska. Foto: Wikimedia Commons

Cuando dicha masa solar choca con nuestra esfera protectora, estas radiaciones solares, se desplazan a lo largo de dicha esfera.

En el hemisferio que se encuentra en la etapa nocturna de la Tierra en los polos, donde están las otras líneas de campo magnético, se va almacenando dicha energía hasta que no se puede almacenar más, y esta energía almacenada se dispara en forma de radiaciones electromagnéticas sobre la ionosfera terrestre, creadora, principalmente, de dichos efectos visuales.

La “amortiguación” que hace el campo magnético de nuestro planeta es para disminuír la llegada de esta radiación y evitar grandes catástrofes.

Efectos de las tormentas geomagnéticas

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos advirtió en su página web y en redes sociales que en los próximos días se percibirán los efectos de una serie de tormentas geomagnéticas.

Este martes 24 de octubre se observará una tormenta de categoría menor G1, mientras que el día 25 nos espera una tormenta moderada de categoría G2.

 Se tiene previsto que los fenómenos geomagnéticos de mayor intensidad se observarán los días 2 y 3 de noviembre.

Cuando las explosiones gigantes en el sol, o las llamaradas solares envían energía, luz y partículas de alta velocidad al espacio, las ondas de choque del viento solar típicamente golpean el campo magnético de la Tierra 24 a 36 horas más tarde.

El sol desprende partículas que chocan con la Tierra y eso genera las tormentas geomagnéticas. Foto: Wikimedia Commons

El material magnetizado del Sol tiene el potencial de causar estragos en los satélites y las tecnologías vinculadas a la Tierra, alterando las transmisiones de radio y causando apagones.

Sus efectos dependerán a la vez de la temperatura y la presión atmosférica de esos.

“Somos vulnerables a estos ya que nos hemos vuelto cada vez más dependientes de la tecnología”, dice el profesor Craig Rodger de la Universidad de Otago.

Ciencia y mitología

Las auroras boreales han sido estudiadas científicamente a partir del siglo XVII. En 1621, el astrónomo francés Pierre Gassendi describe este fenómeno observado en el sur de Francia y le da el nombre de aurora polar.

Henry Cavendish, en 1768, logra evaluar la altitud en la que se produce el fenómeno, pero no fue hasta 1896 cuando reproduce el en el laboratorio de Kristian Birkeland con los movimientos de las partículas cargadas en un campo magnético, facilitando la comprensión del mecanismo de formación de auroras.

Con información de Apa y NOAA

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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