Plataformas de servicios digitales bajo el ojo de las quejas de usuarios
Ante el incremento de la demanda de deliverys, también han aumentado las quejas: viajes iniciados sin pasajero a bordo, hurto de alimentos y artículos, reportes de viajes sin pagar y hasta atracos, forman parte de las situaciones que enfrentan los consumidores y que escapan de los mecanismos de vigilancia de las empresas digitales.
Ranyer Rodríguez, usuario de aplicaciones en línea, posee más de 50 capturas de pantalla de su celular como evidencia del mal servicio recibido por parte de “socios conductores”, quienes pasaron de cancelar sus viajes por ser de larga distancia, a seleccionarlo y dejar abierto el servicio para que se le facture el cargo.
Rodríguez, quien se ofreció a hacer público su ejemplo, asegura que con cada solicitud, tenía que responder, por mensajería directa de la app, si el pago sería en efectivo o con tarjeta. La respuesta era socializada por WhatsApp entre más de una docena de choferes, que se agrupan en tres puntos específicos de San Cristóbal, para recibir las solicitudes y establecer entre ellos su precio, el cual se debe pagar en efectivo.
“Disculpe, pero por el alto costo de los combustibles ese servicio aumentó y debe pagar 2,000 pesos en efectivo”, es uno de los mensajes que se lee en las imágenes de evidencia del emprendedor, que usa a diario estos servicios.
Las manifestaciones de usuarios descontentos, como Rodríguez, se dan por cientos y reposan en mensajes directos y en comentarios en una publicación que realizó Diario libre en sus medios de difusión, incluidas las redes sociales, a través de las cuales seguidores se pusieron en contacto para compartir sus malas experiencias. Las quejas son tantas que son imposibles publicarlas todas.
Hurto de comidas y artículos
En el caso de los servicios para el traslado de comida, la situación es compleja, debido a que los paquetes que se deben transportar constituyen la fuente de ingreso de algún emprendedor que depende en más de un 50 % de las aplicaciones digitales para vender.
Uno de los casos más frecuentes fue expuesto en la columna de opinión de Benjamín Morales, subdirector de Diario Libre, quien detalló la “desagradable” experiencia que le tocó vivir porque un “socio repartidor” no entregó su pedido.
Además de las constantes quejas de órdenes que llegan incompletas, retrasadas y, en ocasiones, con alimentos mordidos, se suman las anécdotas negativas del servicio al cliente que brindan los operadores de las plataformas digitales.
Ante la poca asistencia telefónica, Smeyri Regalado tuvo que pagarle 1,000 pesos a su conductor de Uber para que le regresará su celular, luego de que el joven chofer la dejará en su lugar de destino. “El celular se me quedó en el asiento del carro y cuando me comuniqué con el muchacho me dijo que tenía que pagarle para entregármelo”, dijo.
Fuente: Diariolibre.com