La Isla

Muestra de autosuficiencia exhibe el café dominicano

PorJoan Sebastian Vallejo

El Día Internacional del Café es el 1 de octubre. Su intención es reconocer a los productores, consumidores y a toda la industria cafetalera a nivel mundial. Para tener una idea, solo el café tostado representó más de US$51 millones en los últimos cuatro años para la economía dominicana, según datos del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (ProDominicana). Sin tostar, el grano aromático ha sumado otros US$14.8 millones en ese período.

De manera más detallada, la producción de café contribuye de manera directa e indirecta a al desarrollo de República Dominicana y de las comunidades productoras. De esta actividad dependen alrededor de 28,224 familias, y genera unos 50,000 empleos directos permanentes y más de 70,000 empleos temporales, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Instituto Dominicano del Café (Indocafé) y el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL).

En cuanto al área cosechada de café, desde el Ministerio de Agricultura señalan que en 2018 fue cercana a 75,000 hectáreas (1,194,000 tareas) con una producción de 18,400 toneladas métricas. Ese año se estimó que en esta actividad involucró alrededor de 28,000 productores.

Producción de café dominicano

La industria del café dominicano, como la sociedad, ha cambiado en el tiempo. Un indicador clave es su incidencia. Si bien las exportaciones crecen, el área de cosecha se ha reducido en las últimas dos décadas.

El grano se produce en 27 provincias en República Dominicana.

En 2001 se contabilizaron 133,000 hectáreas de café en el Censo Nacional de ese año. En 2012 se había reducido a 75,500 y en 2018 se estimó una superficie de café cercana a 75,000 hectáreas. Es decir, en ese período se perdieron alrededor de 58,000 hectáreas de café, una disminución equivalente al 43% del área cultivada de café en 2001.

Aun así, su rendimiento ha mantenido estabilidad. Desde Industrias Banilejas (Induban) explican a elDinero que este año se podrían producir 1.5 quintales por tarea. Según datos suministrados por la empresa, el rendimiento promedio nacional por tarea es de 26.7 libras de quintales de 50 kilogramo (Kg), es decir, 12.11 kg/tarea o 0.24 quintales de 50 kg por tarea.

El tamaño promedio de las fincas de café es de alrededor de 3.4 hectáreas (54.3 tareas). En general, son fincas pequeñas con muy bajo nivel de productividad que escasamente alcanzaba los 193 kg por hectárea (26.7 lb/tarea) a 2018. Esta baja productividad se debe en mayor medida a la vejez de las plantaciones (se estima que el 74% de las plantaciones tiene más de 60 años y el 15% entre 25 y 30 años), y a la baja tecnología e innovación empleada.

Ante esa realidad, el presidente de Induban, Manuel Pozo Perelló, considera que es vital que el productor nacional adquiera el conocimiento y pueda acceder a las mejores prácticas agrícolas disponibles, así como los mejores materiales genéticos. “La cosecha 23-24 del país, según nuestras estimaciones, y basadas en las informaciones que manejamos, así como la observación de las diferentes zonas cafetaleras, podría superar los 220,000 quintales de café oro. Esto sería un 30 % superior a la cosecha anterior”, prevé.

Importación de café

Sin embargo, el promedio de los últimos cinco años de la producción nacional ha suplido cerca de un 50% de las necesidades de consumo. Según la Cepal, el volumen de café importado entre 2012-2015 se incrementó significativamente hasta alcanzar casi 20,000 toneladas. En 2015 la producción alcanzó un punto mínimo de 10,000 toneladas.

Desde entonces se inició un descenso progresivo de las importaciones, hasta 15,000 toneladas en 2018, debido al incremento de la producción, que pasó de 93,235 quintales de 50 kg a 172,000 quintales de 50 kg en el año de cosecha 2022/2023. Su pico más alto fue un año antes, cuando superó los 240,000 quintales. Como resultado, el incremento de la producción de café en los últimos tres años ha permitido reducir las importaciones de café.

“Se muestra una tendencia al aumento en la participación del café dominicano en el abastecimiento del consumo nacional”, dice Pozo Perelló. No obstante, República Dominicana no cuenta con la capacidad para procesar la demanda nacional de café. Si la producción se recupera en más de 200,000 quintales, recuperamos el consumo y tenemos para exportar, añade.

“Con 300,000 tareas se podría cubrir la necesidad nacional y tener excedente para exportación”, expresó. El consumo nacional, se estima, promedia los 380,000 quintales. Ante la demanda tanto nacional como internacional, desde Induban se encuentras en proceso de modernización de sus instalaciones con inversiones que superan los US$12 millones.

Datos de la Dirección General de Aduanas muestran que las importaciones de café sumaron más de US$87 millones en 2022. La procedencia va desde Estados Unidos, hasta China y España, aunque Pozo Perelló destacó destinos como Brasil, Colombia, Vietnam, Honduras y Perú. “Desde la cosecha 2018 la producción nacional inició un proceso de recuperación y mantuvo esa tendencia hasta el año pasado cuando fue afectada por elementos propios del cultivo y condiciones externas”, dijo.

Impulso

Ante el auge del café dominicano, desde Induban instan a emprender en el área. “Todos los que siembren café, nosotros se lo vamos a comprar”. En este orden, Pozo Perelló afirmó que pagan sobre el precio para incentivar la producción.

De acuerdo con la Cepal, el precio local a nivel de finca es mayor que el precio internacional promedio. A mediados de 2019, en el país, 63 kg de pergamino seco (un tipo de café) tenían un precio en finca de US$15.8 (US$2.48 por kilogramo). Estos 63 kg de pergamino seco equivalen a 50.4 kg de café verde. Es decir, cada kilo de café verde a nivel de finca tenía un precio de US$3.11 dólares, mientras que el precio internacional en ese momento fue unos US$2.10 por kilogramo.

El monto a pagar en fincas nacionales es 1.4 veces mayor que el precio internacional. Este diferencial entre el precio pagado en finca (US$3.11) y el precio internacional (US$2.10) es generado por el alto nivel de consumo de café en el país que genera una demanda interna por encima de la oferta local.

Debido a la alta rentabilidad en la transformación y comercialización del café tostado y molido los procesadores de café (particularmente la empresa Induban) pueden pagar precios a nivel de finca superiores al precio internacional, señala el estudio.

El consumo estimado en República Dominica promedió 373,219 quintales desde el 2015 hasta el año pasado. Otro factor que impide poder hacer frente a la demanda local y que mantiene las importaciones con cifras altas, es que el país completo ha registrado un cierre de infraestructuras de factorías de café. “Más de una veintena de factorías han cerrado sus puertas en los últimos 20 años”, lamenta el ejecutivo. Aun así, entiende que es posible la autosuficiencia.

Exportación de café

Las cifras de ProDominicana indican que la comercialización del café hacia otros destinos creció en 255.17% entre 2021 y 2022, al pasar de US$8.6 millones a US$30.9 millones. Desde el prepandémico 2019, incrementó en 323.29%, desde los US$7.3 millones en los que se encontraba. En los últimos años, el café tostado sin descafeinar en grano y molido concentra la mayor parte de las exportaciones de café dominicano. Existe un comportamiento diferente entre las exportaciones de café verde y tostado.

De acuerdo con datos del Indocafé, entre 2015 y abril del 2021 se exportaron 77,633 quintales de café verde por un monto de US$20 millones. En cuanto al café procesado, el volumen fue de 92,578.80 por un valor de US$21 millones. En ese período, el precio promedio de este último pasó de US$395 a US$541 por 100 libra. En el caso del café verde, mantuvo un promedio de US$300 por 100 libra.

ProDominicana indicó que 2021 fue el año de mayor exportación de café en República Dominicana, alcanzando los US$12.2 millones, mientras que, en los previos cinco años, superaron los US$51.6 millones.

Puerto Rico se ubica como el principal mercado para las exportaciones dominicanas de café. Ese año, las exportaciones hacia esa isla representaron un 26.4% con un valor de US$3.2 millones, seguido de Estados Unidos. Solo Induban exporta a Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, España, Aruba, Curazao, San Marteen, US Virgin Island, Trinidad y Tobago.

Ane la realidad cambiante del sector, Pozo Perelló destaca que palabra mágica debe ser productividad. Eso para hacer del cultivo de café un medio de vida digno para los productores, amigable con el medio ambiente y que aporte beneficios socioeconómicos al país.

El sector cafetero y el sector turismo

Para el sector cafetero, el sector turismo tiene una “tremenda” importancia, y todavía más para la industria local, según explican. No tanto por el volumen que consume, pero sí por el reconocimiento y expansión de los mercados de exportación del café tostado.

Para los ejecutivos de Induban, los millones de turistas que llegan anualmente a República Dominicana son los mejores promotores del café dominicano. Señalan que, quizás, los turistas no se pueden llevar los productos locales, pero gracias a las nuevas alternativas como Amazon, desde cualquier parte del mundo pueden adquirirlos.

Industrias Banilejas (Induban)

Induban posee registros de aproximadamente 2,500 productores de los cuales tiene relaciones activas con unos 700.

El promedio de los proyectos de Induban es de 2.5 quintales de 50 kg por tarea, para la cosecha 22-23. “Eso multiplica por diez la media nacional”, señalaron ejecutivos. La empresa 10 marcas principales, y entre todas ellas pueden alcanzar cerca del 85% del mercado nacional.

En conversación con este medio, detallaron que tienen siembras en un total de 8,000 a 10,000 tareas. En la medida que puedan desarrollar planes de control y manejo, irán a otras zonas del país. En 2022, poseían 17,000 tareas en una finca, de las cuales había 7,000 en producción.

Con el impacto de Fiona, detalla que reportaron pérdidas por US$2 millones, o el 50% de la cosecha. Desde Induban posee registros de aproximadamente 2,500 productores de los cuales tiene relaciones activas con unos 700. Hay una cantidad de pequeños productores que comercializan su producción a través de grupos y o intermediarios locales.

Fuente: El Dinero

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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