Wellington Pérez
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Barahona es una ciudad costera ubicada al suroeste de la República Dominicana, con una población estimada de 179,239 habitantes. Es la capital de la provincia del mismo nombre y un importante centro comercial, turístico y cultural de la región. Sin embargo, también es una ciudad que enfrenta serios problemas de movilidad urbana, debido al crecimiento desordenado, la falta de infraestructura vial y el incumplimiento de las normas de tránsito.
Según el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Barahona tiene una flota vehicular de 29,000 unidades, de las cuales el 70% son motocicletas. Estos vehículos circulan por calles estrechas, congestionadas y deterioradas, que no cuentan con señalización adecuada ni semáforos funcionales. Además, muchos conductores no respetan las leyes de tránsito, como el uso del casco, el cinturón de seguridad, el límite de velocidad y la preferencia peatonal.
Estas condiciones generan un alto nivel de accidentalidad, contaminación ambiental y estrés para los usuarios del transporte. Según datos del INTRANT, en el año 2020 se registraron 1,086 accidentes de tránsito en Barahona, que dejaron 1,189 heridos y 67 fallecidos. La mayoría de estos accidentes involucraron a motociclistas, que representan el 80% de las víctimas mortales.
Ante esta situación, las autoridades locales han solicitado al INTRANT la elaboración de un Plan de Movilidad Urbana para la ciudad de Barahona, con el objetivo de mejorar las condiciones de seguridad, eficiencia y sostenibilidad del transporte. El INTRANT inició los trabajos preliminares para este plan en marzo del 20182, realizando estudios técnicos sobre la oferta y demanda del transporte, el estado de la infraestructura vial, el comportamiento de los usuarios y las alternativas de solución.
El Plan de Movilidad Urbana para Barahona busca implementar una serie de medidas para ordenar el tránsito y promover modos de transporte más limpios y saludables. Entre estas medidas se encuentran: la ampliación y rehabilitación de las vías principales, la instalación y mantenimiento de semáforos inteligentes, la creación de carriles exclusivos para el transporte público y las bicicletas, la regulación del estacionamiento y la carga y descarga, la educación vial para los conductores y los peatones, el fortalecimiento del control y la fiscalización del tránsito, y el fomento del uso compartido del vehículo.
Estas acciones requieren de una coordinación entre el INTRANT, el Ayuntamiento Municipal de Barahona3, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), las asociaciones de transporte público y privado, y la sociedad civil. Asimismo, se necesita una inversión económica significativa y un compromiso social para respetar y cuidar las nuevas infraestructuras y servicios.
El tránsito caótico es uno de los principales problemas que afectan la calidad de vida de los habitantes de Barahona. Por eso, es necesario que se implemente un plan integral que mejore la movilidad urbana y garantice el derecho a un transporte seguro, eficiente y sostenible para todos.
