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Cuando no se está en el terreno cómo informar con ética y precisión

porISABELLA MEIBAUER

Si bien gracias a Internet y la globalización es más fácil que nunca informar acerca de un país desde el extranjero, los periodistas deben ser conscientes de que no cubrir en el terreno tiene sus riesgos, como difundir información errada o perjudicar a las fuentes.

Verificar hechos y fuentes es más complicado si no se está en el país del que se escribe, y sobre todo si se trata de zonas conflictivas o sin libertad de prensa. Si no se presta la debida atención al contexto y la historia de una región, los periodistas también pueden caer en la tentación de escribir sin matices, tergiversar problemas y hacer una mala semblanza de una comunidad.

Tres periodistas con experiencia en informar desde fuera de un país nos dieron sus consejos para garantizar una cobertura precisa y ética.

Superar la barrera idiomática

La primera barrera de los periodistas no nativos es el idioma.

Si bien habla birmano básico, Emily Fishbein prefiere asociarse con periodistas locales para hacer entrevistas a distancia, con el fin de garantizar la exactitud y la precisión. Dada la pésima situación de seguridad en Myanmar desde el golpe de Estado de febrero de 2021, cualquier información errada podría no solo comprometer la integridad de su artículo, sino también perjudicar a sus fuentes.

Siempre que es posible, Fishbein también comparte la firma y reparte el pago de la publicación con los periodistas locales que colaboraron con las entrevistas y ayudaron a coescribir el artículo.

Incluso si ya hablas el idioma, es importante aprender el lenguaje técnico involucrado y los localismos de tu fuente, aconseja Jared Olson, un periodista independiente que informa sobre Honduras, y que divide su tiempo entre Honduras y México. «Si alguien está hablando de temas técnicos, o en patois o utiliza muchos localismos, será difícil de entender», dice.

Jayson Casper es corresponsal de Christianity Today en Medio Oriente, y también cubre países como Ucrania y Nigeria. Él determina si debe utilizar un traductor en función de la situación. «Hablo árabe y, por lo general, me siento lo suficientemente cómodo como para hacer una entrevista formal, aunque pediría paciencia a la fuente y le ofrecería la oportunidad de revisar sus citas directas para comprobar su exactitud», dijo. «Utilizaría un traductor en los casos más complejos en los que la precisión es fundamental».

Mantener la seguridad de las fuentes

Cuando se cubren conflictos armados o zonas que tienen una libertad de prensa limitada, la seguridad de las fuentes está a menudo en juego. Por lo tanto, su seguridad es una prioridad.

«Dejo que me guíen las fuentes, ya que generalmente están más atentas que yo a los riesgos que pueden correr por hablar con un periodista. Igualmente, si percibo un peligro que ellas no perciben, revisamos las posibles consecuencias», explica Casper. «Si es mejor que una fuente permanezca callada, no me corresponde presionarla. Normalmente, la historia se puede seguir contando a través de diferentes fuentes».

En Myanmar, Fishbein toma varias medidas para garantizar la seguridad tanto de las fuentes como de los periodistas locales. Intenta organizar y hacer las entrevistas a través de aplicaciones de mensajería seguras como Signal, y toma otros cuidados para evitar la vigilancia militar, como el uso de mensajes de desaparición.

También ofrece a sus colegas locales la posibilidad de hacer aportes a lo largo del proceso de redacción y utilizar un seudónimo. «Siempre consulto con mis colegas antes de proponer el artículo y durante el proceso para saber si se sienten cómodos y de acuerdo con la dirección que está tomando y también si prefieren utilizar un seudónimo». Desde el golpe militar de 2021, el contexto exige que los periodistas y sus fuentes se preocupen por el castigo social que podrían padecer sus amigos y sus familiares, cuenta Fishbein.

En Honduras, encontrar fuentes que puedan dejar constancia de abusos contra los derechos humanos, crímenes estatales o los delitos corporativos también puede ser difícil. En una ocasión, mientras documentaba un determinado abuso del gobierno hondureño, un testigo clave al que Jared Olson entrevistó pidió que se eliminaran completamente sus citas debido a un cambio en la seguridad. Ese tipo de peticiones debe respetarse.

«Fue terrible en un sentido, pero sabía que teníamos que hacerlo», dice Olsen. «Lo eliminamos del artículo, y el artículo salió bien», dice.

Garantizar la precisión

Los periodistas en el extranjero deben esforzarse por comprender plenamente el contexto local y la situación que cubren. «Un artículo débil puede hacer más daño que bien. Es muy importante tener un artículo que muestre la situación de forma exhaustiva, que pueda aportar nueva información a los lectores, y que además sea muy claro y preciso», afirma Fishbein.

Trabajar en estrecha colaboración con los periodistas locales le permite profundizar y comprender mejor el contexto particular de su historia. Ella y sus compañeros de cobertura también hacen entrevistas adicionales y reúnen más material del que terminan incluyendo en la pieza con el objetivo de garantizar la exactitud de la información.

«Así todo puede cotejarse, y podemos entender los antecedentes, el contexto, quiénes son las diferentes partes que involucradas y los diferentes puntos de vista al respecto», dice.

Incluso si no se puede estar físicamente en un país, Olson señala la importancia de informar de forma coherente y especializada sobre un solo país o región en lugar de abarcar lo que sea y ejercer el así llamado «periodismo paracaídas«.

«El problema con ese tipo de coberturas es que los periodistas carecen del contexto que te da cubrir un mismo sitio. Al menos hay que cubrir el lugar de forma sostenida para entender lo que está pasando», dijo.

Casper garantiza la exactitud leyendo mucho, comprobando dos veces los hechos y atendiendo a la intuición y el sentido común.

«Cuando se trata de hechos relatados por mis fuentes, es lo mismo que con cualquier reportaje: comprobar y verificar con otras fuentes, y usar la intuición para sentir si su testimonio coincide con mi comprensión de la realidad. Tenemos que aprender muy rápidamente asuntos que desconocíamos, por lo que necesitamos la humildad necesaria para dudar de nosotros mismos», dijo.

En todos los casos, los periodistas tienen el deber de transmitir lo que ocurre de la mejor manera posible. En zonas muy conflictivas, las opiniones y los hechos pueden variar drásticamente; la forma en que se recojan y transmitan puede significar la vida o la muerte para la gente sobre el terreno.

Por encima de todo, hay que tener presente la ética fundamental del periodismo. «Por supuesto, el periodista también tiene sus convicciones y preconceptos, y tiene que organizar la historia de manera que interese al lector y le asegure una comprensión más profunda del tema», dice Casper. «Creo que si me atengo a los dos primeros principios mencionados, me mantendré lo suficientemente al margen de la historia».

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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