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CORPUS CRISTI: aparece, pa’ que nos matemos como dos perros

Anécdotas Cabraleñas

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corpus christi
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Es sabido que en la República Dominicana, uno de los jueves de Junio se celebra el día de Corpus Cristi. En los campos de Sur, los viejos narraban historias de desgracias ocurridas a personas que retaban la tradición y trabajaban ese día. Entre esas anécdotas se citaba la de un campesino agricultor que obligó a trabajar ese día a sus bueyes y uno de esos animales le habló y le dijo que ese día era sagrado para el señor Jesucristo y que no debía forzarlo a trabajar. En el pueblo de Cabral se hablaba siempre de aquel episodio como el día que el buey le habló al amo.
En la década de los años 80 ‘s, en la Esquina Caliente de Cabral, se hacia la anécdota de Don Francisco S…, un fornido mayoral cabraleño que bien conocía sobre la leyenda del sagrado día de Corpus Cristi, de que no se debía ir a trabajar al campo.
Pues este ilustre, guapo y corpulento habitante del pueblo de las cachuas, forrado de la osadía y el valor del hombre sureño hizo un franco reto a la leyenda y se dirigió en su mulo a los montes del Firme, a trabajar en el corte de árboles (Bayahondas y Carambombas) para la preparación de un horno de carbón, precisamente un día de Corpus Cristi.
Internado en el monte con su chata de “triculi” en el bolsillo, machete al cinto y hacha en mano, cercenaba la vegetación en la espesa área de bosque seco de la zona localizada entre Cabral y Polo.
El Señor Francisco, en su jornada de labor con el hacha y con cánticos retadores, lanzaba sonoros desafíos directos al señor de las tinieblas para que se mataran como dos perros: “Diablo si e verdad que tu existe aparece, pa’ que nos matemos como dos perros”.
El mismo matatán con sus propias palabras, contaba que luego de la tercera invitación, le apareció una bola de fuego de la cual salió un caballo blanco montado por la figura de un hombre gigante vestido de blanco, con la dentadura de oro, de bastante parecido físico al general Trujillo y, al ver esto, el hasta ahí valeroso gladiador no pudo articular palabras por la intensidad de la escena y la gran cantidad de orina que salía por los ruedos del maltrecho pantalón.
El mismo Francisco S…decía que emprendió la huida luego que el gigante de las tiniebla le dijo con voz vibrante: “ves, no es lo mismo llamar al diablo que verlo llegar”, y le dijo la extraña frase de advertencia: “y no jache”.
ELMER GONZALEZ
EL PATRIOTA SIN MIEDO

«Siempre digo la verdad, incluso cuando hablo mentiras»

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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