El Carga-Júa
Pedro Genaro Rodríguez
«Júa, Júa, Júa e’…lo mataron por Calié!».
El Lunes 17 concluye el Carnaval de Cabral con el tradicional desfile de Cachúas desde el parque hasta el Estadio de Beisbol (Play), y de ahí hasta el cementerio, pasando por las casas de los principales Cachúas ya fallecidos. Estos cachúas se honran con un repique de fuetes frente a sus casas, en el estadio y finalmente en el Cementerio. En los últimos años el Carnaval ha sido boicoteado, unas veces más que otras, por las llamadas bandas negras y civiles que apedrean el desfile del Júa (Judas). Con todo y estas dificultades, siempre se ha podido llevar el Júa al Cementerio donde se le prende en candela por traidor. Luego se deja caer desde lo alto de un panteón y los cachúas lo van fueteando.
Esta imagen que hice en el año 2015 parece sugerir que es un Carnaval inocente, casi infantil, cuando en realidad es muy violento, incluso antes de que proliferaran las bandas negras. La gente muestra sus fuetazos con orgullo. La versión light está llena de punteos (duelos con fuetes). La versión dura es parecida pero le amarran alambres a los fuetes. La versión sangrienta es la que involucra a las bandas, sacan puñales y machetes y los visitantes lamentablemente se tienen que ir y dejar a Cabral «con su lío». Por qué insisten las bandas en usar ese día para enfrentarse? Pues porque ese día hay una especie de política de mirar al otro lado para que se enfrenten los Cachúas y Civiles, pero esto ha cambiando mucho, y ahora hay varias bandas negras que pelean por distintas diferencias, tal vez incluso por territorios. Chupe usted y déjeme el cabo.
Ojalá sea este cierre de Carnaval 2017 diferente y se celebre una actividad distinta, donde la gente pueda llevar a su familia y se divierta con una tradición que poco a poco va desapareciendo.