Comer en restaurantes de prestigio es uno de los placeres más deseados y caros en NYC, pero un joven científico estadístico ha logrado burlar ese obstáculo con la ayuda de las redes sociales, presumiendo unos seguidores que no necesariamente existen.
Haciéndose pasar como “influencer”, Chris Buetti comenzó a pedirle a los restaurantes que le dieran comidas gratis a cambio de publicar fotos sobre platos de comida que muchas veces ni siquiera son tomadas por él.
Usa para ello un ingrediente secreto. Buetti es un científico de datos de mercadeo y decidió utilizar esas habilidades reales y crear un programa que reclutó a una audiencia de casi 29 mil usuarios, siguiendo sus cuentas con la esperanza de que ellos hicieran lo mismo.
Así nació @beautiful.newyorkcity, una cuenta de Instagram activa, popular y 100% artificial. Para Buetti es la solución perfecta para quien no desea dedicar tiempo a cultivar una lista de seguidores en línea, pero desea beneficios de comercios que buscan publicidad, destacó BuzzFeedNews.
Su programa incluso rastrea cuentas de Instagram de restaurantes en Nueva York y les envía mensajes directos para promocionarlos entre los seguidores a cambio de una comida gratis. Pero sin revelarles que @beautiful.newyorkcity está a cargo de un robot.
Es un ejemplo del arte oscuro “de la influencia” en las redes sociales, que a pesar de estar muy plagado de falsedad sigue atrayendo un interés real de mercadólogos y empresas.
La cuenta de Buetti tiene algunos seguidores reales, pero la influencia misma está siendo manejada por códigos, no por personas. Irónicamente, es un estilo de vida generado por algo que no está vivo.
Pero, ¿es ético que un hombre obtenga comidas gratis gracias a un robot y usando imágenes recicladas sin el permiso de los fotógrafos?
“Ninguno de los contenidos de mi cuenta son de mi propiedad”, escribió Buetti en un artículo bajo su firma en Medium.
Según su argumento, una publicación automatizada vale tanto para un anunciante como el aval de una cuenta administrada por una persona. Afirma que varios restaurantes han hecho un seguimiento y que muchos clientes fueron después de ver la comida publicada en su cuenta.
“Pasé mucho tiempo y esfuerzo escribiendo este guión y les estoy ofreciendo un servicio y me están ofreciendo una comida gratis”, se defiende Buetti.
“Supongo que al final nos sentimos satisfechos porque aún es un anuncio publicado y mostrándonos a sus seguidores”, dijo el propietario de un restaurante, quien pidió permanecer en el anonimato para evitar que otros usen la misma idea.
A los anunciantes no les importa, pero los “influyentes” humanos desconfían de automatizar su profesión. “Para ser honesto, ver a alguien crear tantos seguidores a través de la automatización y la inteligencia artificial es bastante desalentador para mí, y para cualquier otra persona que haya puesto sangre, sudor y lágrimas en la construcción de sus marcas en línea”, dijo Skyler Bouchard (@diningwithskyler), quien suma 175 mil seguidores. “Pero también es algo fascinante”, admitió.
Buetti además fue cofundador de “Social Rise Consulting”, empresa que utiliza tácticas similares para aumentar el número de seguidores en línea de sus 42 clientes.
Es todo parte de la cartera de trabajos relacionados con la automatización de Buetti, quien considera que las comidas gratis vienen de su talento como científico de datos.
