Levantarse con mucho sueño, ir a la cocina, oler el paquete de café y empezar a prepararlo, es la mejor manera de afrontar el día para muchas personas. Y afortunadamente el sector cafetero parece estar empezando una nueva era donde se apuesta por la calidad por encima de todo.
Nadie tiene muy claro si la clásica cafetera italiana o moka conseguirá sobrevivir a la era de las cápsulas -los datos de ventas y las cifras no animan a ser optimistas-, pero de momento sigue siendo el sistema más utilizado en muchas casas para preparar una taza de café.
¿Pero cómo conseguir que nuestro café sea tan bueno como el de las cafeterías especializadas? ¿Cómo evitar el café quemado y con mal sabor? Siguiendo estos sencillos consejos tendremos un café estupendo y sacaremos el máximo partido a nuestra cafetera italiana.
Buen café
Empieza a quedarnos claro que el café tiene que ser de calidad y es, sin duda, el punto más importante para conseguir un buen resultado. Invertir en un buen café natural es imprescindible, y sobre todo huir del torrefacto o mezcla de natural y torrefacto.
Aunque en nuestro país aún no es fácil encontrar café de calidad en el supermercado de la esquina, ya existen muchos locales especializados donde poder comprarlo.
Café en grano.
Lo ideal para obtener un café con todos sus matices y aromas es comprarlo en grano y molerlo justo antes de prepararlo. Existen muchos molinillos sencillos y económicos que podemos tener en casa. Otra opción es comprarlo en locales donde lo muelen justo antes de venderlo o lo tienen poco tiempo envasado.
La goma es blanca
La goma de la cafetera se tiene que cambiar con cierta regularidad.Si se ha vuelto negra, verdosa o con manchas de moho es el momento de tirarla a la basura y poner una nueva. Agua con buen sabor y caliente Podemos usar agua del grifo siempre y cuando vivamos en una zona donde no haya aguas duras y tenga buen sabor.
Si no es así es mejor usar agua filtrada o mineral. Si usamos agua previamente calentada, evitaremos que el café se sobrecaliente, ya que el agua empezará a hervir mucho antes y el café estará menos tiempo en contacto con el calor. El agua tiene que llenarse justo hasta el tornillo de seguridad que marca la cafetera.
La cantidad exacta de café Es fácil saber cual es la cantidad exacta.
Solo tenemos que hacer una montañita con el café en el filtro de la cafetera sin presionar ni aplastar y posteriormente con un cuchillo quitamos la parte sobrante dejando el café a ras del filtro. Nos aseguramos de limpiar los restos de café de los bordes.
La tapa levantada Si ya tiene agua y café, ponemos la cafetera a fuego medio y dejamos la tapa levantada.
Cuando el café empiece a subir, bajamos el fuego y también la tapa de la cafetera. Cuando haya subido más de la mitad, apagamos el fuego y dejamos que acabe de subir con el calor residual de la cafetera. Enfriar la cafetera Si después de apagar el fuego rápidamente enfriamos la cafetera con agua del grifo (sin que le entre agua al café, claro) evitaremos que el café se siga recalentando y será un punto más a favor para conseguir un café perfecto. Remover con una cucharilla antes de servir Al remover el café conseguiremos que se mezcle bien y tendremos un sabor homogéneo en todas las tazas. De lo contrario, cada persona podría tener un café con sabor e intensidad diferente. Sí, la cafetera se lava con agua y jabón Ya hablamos hace mucho del falso mito que aconseja no lavar nunca la cafetera con jabón. No es así. La cafetera hay que lavarla con agua y un poco de jabón precisamente para eliminar los aceites que se forman con el café, siempre teniendo la precaución de enjuagarla con abundante agua y secarla bien con papel de cocina para que no se forme moho.
