Turismo y Cultura

El Naranjo de Cabral cuna de los Cimarrones

Wellington Pérez

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Cabral, Barahona, RD.- cuenta con un potencial histórico cultural, legado dejado por los Cimarrones, sin embargo pocos allí conocen y viven de espalda a la realidad. El municipio cuenta con uno de los asentamientos cimarrón más importante de la comarca que registra la historia.

Mientras las autoridades del Ministerio de Cultura no hace nada para el rescate de espacios lleno de tradiciones y que los pueblos pobres como Cabral se eduquen y puedan desarrollar actividades enfocadas al turismo cultural y el cual pueda contribuir con la mitigación de miserias en la que viven.ciamarron

Un poco de historia Cimarrona del Naranjo de Cabral 

Fundado entre agosto y septiembre de 1791, El Naranjo es una comunidad, cuyo asentamiento es producto de las negociaciones de los negros sublevados del antiguo maniel de Neiba y las autoridades coloniales de la época para poner fin un estado de guerra existente. El Naranjo es rodeado por montañas donde se ubicaron contingentes de africanos sublevados frente al régimen de la esclavitud. Estos se establecieron, mayoritariamente, en la sierra de Bahoruco. Muchos manieles, llegan a consolidarse como poblados y ciudades, donde los insurgentes lograron constituir un espacio social de reivindicación de la dignidad y la libertad.

Una fértil historia de resistencia a la esclavitud del negro en Santo Domingo le es patrimonio a la sierra de Bahoruco, Testigo del origen de la comunidad cimarrona de El Naranjo. Por su característica geografía accidentada sirvió esta zona de refugio idóneo tanto de los indígenas como por los africanos que huían de las plantaciones de azúcar y demás trabajos forzosos. Una zona de inaccesibilidad por sus montañas, una historia larga de resistencia: estuvo primero Enriquillo con los indios alzados y después Sebastián Lemba con los esclavos alzados y, otros cabecillas. Los negros sublevados (cimarrones) se refugiaban en lugares, llamados manieles, o palenques, un área fortificada con fosos y estacas afiladas.

Los manieles de las Sierras de Neyba y Bahoruco fueron los que más tiempo sobrevivieron, no sólo por estar más lejos de la ciudad de Santo Domingo, sino y sobre todo, porque se siguieron supliendo de negros cimarrones que escapaban de la parte francesa de la isla. En El Maniel de Bahoruco sobrevivieron personas hasta 1868, según el Padre Carlos Nouel: «En esas montañas existen todavía esos hombres, semi-salvajes, conocidos con el nombre de vien-vien; nombre que se les ha dado porque es su grito ordinario…»

El Lic. C. Armando Rodríguez, citado por Don Carlos Larrazábal, afirma: «Desde el levantamiento de Enriquillo, las serranías de Bahoruco estuvieron siempre ocupadas por los indios que no vinieron con él a Boyá, después del Convenio. También había muchos negros esclavos prófugos, a quienes los españoles llamaban marrones. Por eso un antiguo Bucán de esa región se llamaba Maniel de los negros marrones»

Actualmente la memoria de la lucha de los esclavos por su liberación aparece desdibujada entre los pobladores del maniel y apenas se encuentra un santuario que recoge parte de la religión sincrética desarrollada como resistencia por los esclavos y cimarrones. Una manifestación única en el país de origen africano lo constituye las llamadas Cachuas de Cabral, que tiene orígenes alrededor de El Naranjo.

Es destacable además la arquitectura vernáculas del sitio donde se encuentran tipologías de viviendas campesinas realizadas con tabla de palma y muros de tejamanil, esta ultima una técnica constructiva de origen africano a base de un tejido de ramas revestido de un enlucido de lodo y estiércol de res, que le da una gran calidad térmica al interior de las viviendas.

Entre las expresiones culturales de la actualidad se encuentra el desarrollo de una cofradía que gira alrededor del culto al santo patrón San Francisco de Asís, dirigida actualmente por Jacobo Rubio descendiente de la familia que crea la cofradía, convertida en una expresión de alta influencia de religiones de origen africano. Además, gran parte de la población es devota de Oliverio Mateo, líder mesiánico, afro descendiente, el cual fue fusilado por las tropas Norteamérica en su primera intervención en Santo Domingo, en 1914.

Entre sus expresiones culturales hay que destacar la presencia de los cuenta cuentos y los declamadores de décimas. En cuya producción se encuentra registrada parte de la historia oral de la comunidad. Dueño de una rica y diversa práctica de la medicina tradicional y el uso de las plantas medicinales en labores curativas y así, como el uso de los ensalmos y las tisanas.

Fuente: UNESCO

Wellington Pérez

Egresado como periodista de la Escuela de comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Cuatriboliao, Minoso y más Cabraleño que una Cachua o una Viejaca.

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